
Palma, viernes 25 de abril de 2025
Combustión
Presentación de «A Modern Odyssey»
L.A: Luis A. Segura (voz y guitarra), Sergio Llopis (teclado, bajo y guitarra española) y Dimas Frías (batería y guitarra).
DMASSO: Dominic Massó (voz y guitarra), Valerio Latina (bases electrónicas), Miquel Marquet (batería) y Miquel Sàez (trombón).
Por Víctor M. Conejo
Marina Rueda (ver galería)
La noche arrancó con la elegancia imperial de Massó y Latina, secundados en formación inédita y ampliada por la batería de Marquet (también en Peligro!) y el trombón de Sàez. Versión grande para una ocasión grande, bien visto. Hicieron algunas versiones, y ni falta que me importa porque se prefieren las canciones de DMASSO. La comunión del exPrussians con la música siempre ha sido mayúscula, y mayúscula es su capacidad para exponerlas en el escenario. Su proyecto fascinó desde que nació por mor de finura y delicadeza tanto como energía y vigor pasional. Puro pop electrónico, pura música.
Después salieron L.A. y pasó lo que pasó y lo que tenía que pasar: reinaron. El flow, nuevo flow, flow moderno, flow de siempre de Luis molamazo. Porque sobre el escenario hay eso: un tío con un talento descomunal para la música. Ahora le tenemos bailando sin parar, y convence y vence tanto como en versión hiperrockera o hiperindividual. El concierto fue directísimo, un pam-pam-pám bailón construido sobre, como siempre, canciones extraordinarias. Al público le faltó combustión, y ni falta que le importó al oficio de ese artistazo y esa bandaza.
Con Frías a la base rítmica y Llopis a la base musical («culpables de muchas de las canciones»), incluso se sobrepusieron al volumen inusitadamente bajo de la sala. Qué manía con que la música no te golpee y reviente tronco inferior, medio y superior. La música es comunicación, y que te solivianten oídos y pies comunica del copón. Ítem más, precisamente, la comunicación verbal con su público es otra de las maestrías de Segura. Lo clavó cuando dijo «desconectad del pasado y del futuro. Intentad conectar con esta música porque es para vosotras y vosotros».
En los extras, plot points y regalazos de la velada, las canciones en las que el líder cogió la guitarra, la declarada y perenne querencia por la balada y la canción lenta, que supieron engarzar muy hábilmente en el transcurso de la sesión de baile, y sobre todo dos pepinazos: «Stop the clocks» con solo voz y guitarra de Segura (cuatrocientos caretos tiesos por la emoción con el temazo para la gente que no ha escuchado L.A.), y la emocionante «Judy». Como colofón, el resumen de las nuevas actitudes musicales del ahora trío podría ser «Healer». Vaya temón, vaya follamiento, vaya combustión.
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